Hola,
ciberamig@s,
Regresamos
de las vacaciones, que no es poco, y nos
ponemos a ese volante virtual para seguir conduciendo en vuestra compañía.
Vamos a
continuar con esta nueva entrada que me parece sumamente importante como son los
medios a emplear en la prueba de alcoholemia, así como del funcionamiento del
alcoholímetro para medir la
concentración de alcohol en sangre.
Durante
los años ochenta, los controles de alcoholemia llevados a cabo eran contados
debido a la falta de medios técnicos imprescindibles. Cada dotación tenía una
cierta cantidad de Kit de alcoholemia basados en complejas reacciones químicas un tanto sospechosas que
podían afectar directamente a la salud.
Estos kit
no daban una medición de alcohol, sino que solamente detectaban la
concentración de alcohol en sangre mediante un reactivo que usaba el código del
semáforo para determinar el resultado.
Estos obsoletos aparatos median la concentración de etanol en la sangre
aprovechando el vapor de etanol en el aire espirado que se encuentra en los
pulmones. Este aire se hacía pasar por un tubo donde se hallaba gel de silicio
impregnado con una mezcla de dicromato y
de ácido sulfúrico. El dicromato, de color rojo anaranjado, oxida el etanol a acetaldehído
y es reducido,
a su vez, a cromo (III), de color verde. La longitud de la zona que había cambiado de color indicaba la cantidad de etanol presente en el aire si
se hacía pasar un determinado volumen por el tubo.
Menos mal
que alguien se dio cuenta y acabó con este sistema tan básico que ponía en tela
de juicio la acción de los agentes, pues la graduación de colores daba lugar a
confusión, pudiendo interpretarse caprichosamente una norma perjudicando a un
conductor por la ineptitud del legislador. Si no los llevaron a la cárcel es
porque no sabían, pues materia había.
Actualmente
se utilizan modernos aparatos de medición acordes con los tiempos. Nuestros
aparatos están basados en la teoría descubierta en 1803 por William Henry que indica que la cantidad de gas que
contiene una disolución, es proporcional a la presión que éste ejerce en el
interior del líquido.
Esta proporción fue ampliada en 1930
por el farmacólogo sueco Goran Liljestrand que pudo comprobar que la cantidad
de alcohol que se expelía por el aliento, guardaba una proporción de 2000/1 con
el alcohol que contenía la sangre. Es decir, en 2 litros de aire exhalado, hay
la misma cantidad de alcohol que en 1 mililitro de sangre. Esta coincidencia
permitía conocer cuánto alcohol había en la sangre, con sólo medir el alcohol
presente en la respiración.
En 1950, Harger, Forney y Barnes
perfeccionaron los estudios al respecto, estableciendo con mayor precisión que
la proporción de alcohol entre aire y sangre era de 2100:1, si bien, al
objeto de facilitar los cálculos, la proporción que sigue teniéndose en cuenta
(al menos en la legislación española), es de 2000:1, lo que arrojaría en
términos estadísticos una tasa de alcoholemia ligeramente superior a la real.
Esta
fórmula es la que da pie al índice corrector de los aparatos mediante sus
revisiones periódicas las cuales siempre darán un resultado favorecedor al
supuesto infractor.
El material que hoy
presentamos es sumamente fiable, que si está en buen uso y calibrado es una
herramienta perfecta. Por consiguiente, el material que empleamos es:
1.-Material desechable: boquillas, guantes y
bolsa para depositar el material utilizado. Las boquillas de plástico son de un
solo uso y la empresa Dräger garantiza su higiene en condiciones equiparables a
las exigidas en cualquier otro país del mundo.
1-.Etilómetro
de aproximación. Es un analizador
que se emplea para detectar indiciariamente mediante aire espirado que se
rebasa la tasa de alcohol, su resultado es preciso confirmar realizando las
pruebas previstas reglamentariamente con el etilómetro de precisión.
Dräger
Alcotest 6810
Medidor de campo usado para
la selección de conductores .Su baja resistencia al soplido posibilita realizar
pruebas incluso con un volumen respiratorio muy bajo. Gracias a la boquilla
patentada con válvula anti-retorno, el equipo asegura una higiene óptima. Para
evitar la manipulación, la toma de muestras se realiza mediante un
microprocesador. Los resultados se muestran en la pantalla iluminada en
forma de mensajes de texto, acompañados
por un indicador LED de colores y por señales acústicas.
2.-Etilómetro de precisión. Analizador
autorizado que se emplea para medir la tasa del alcohol de una persona mediante
aire espirado, en los supuestos previstos en el Reglamento General de
Circulación, precisando para ello un certificado de verificación periódica en
vigor.
La elevada precisión de medida del
Dräger Alcotest 7110 Evidential es debida al diseño dual de todos los sistemas
de medición. La medición de la concentración de alcohol en el aliento se lleva
a cabo con un sensor electroquímico y un sensor óptico con infrarrojos
(longitud de onda: 9,5 µm). Dispone además de sensores de flujo y de caudal.
Este aparato
está homologado por el Centro Español de
Metrología y autorizado por la Dirección General de Tráfico. Los resultados de medida pueden ser
utilizados como argumento legal, tras el reconocimiento oficial previo.
Los
alcoholímetros de precisión utilizan dos sistemas para detectar alcohol en aire
expirado:
1- MEDIANTE SENSORES DE INFRARROJOS
El primero de los sistemas en los
que se basa la detección del alcohol en el aire es el de un sensor de
infrarrojos. El aire limpio filtra muy poco la luz infrarroja, pero diferentes
sustancias como los gases (alcohol volatilizado) absorben parte de dicha luz.
El aparato dispone de un dispositivo por donde se introduce el aire. Si éste no
contiene gases extraños, la luz infrarroja los atraviesa limpiamente y un
sensor indicará ausencia de reacción a la luz. Pero el alcohol volatilizado
absorbe una pequeña parte de la luz infrarroja, sobre todo en las
frecuencias de onda de 9.5 micras, por lo que si el aire que circula por el
interior del dispositivo contiene alcohol, la luz emitida atravesará el tubo con
menor intensidad de la que salió de la lámpara. Esta diferencia de intensidad
es detectada por un sensor y convertida en una señal eléctrica que al final
determinará la cantidad de luz absorbida y por tanto, la cantidad de alcohol
presente en el aire analizado. Este sistema puede ser alterado por otros tipos
de gases, aparte del alcohol, que también absorberían parte de la luz: por
ejemplo, exhalar humo de tabaco también afecta a este sistema.
2- MEDIANTE REACCIÓN ELECTROQUÍMICA
El segundo sistema aprovecha la
reacción electrolítica que se puede producir en un sistema similar al de una
batería. En la célula electroquímica se produce un flujo de corriente eléctrica
entre electrodos. Esta célula está construida de modo que sólo opere con
sustancias muy concretas, usando para ello usando materiales específicos tanto
en el electrólito, como en los electrodos. Una célula para alcohol
tiene electrodos de platino y electrólito ácido, lo que sólo funciona
con el alcohol.
Sin duda habrá otros sistemas de medición quizás más o
menos precisos pero ya sabéis “Con estos mimbres, estos cestos.”
Hasta otra conductores.
William Henry
(Manchester, 1775-Pendlebury,
1836) Químico británico. Realizó
diversas investigaciones sobre el análisis de hidrocarburos y sobre la química
de los gases en general. Enunció una importante ley sobre la solubilidad de los
gases, que lleva su nombre.
Los medios a utilizar fue realizado por José
Ramón Benito. Para su reproducción escríbenos a
urunuelaredwine @gmail.com





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