Alcoholemia, no gracias.

Alcoholemia, no gracias.
Citroën, marca comprometida con la seguridad vial.

domingo, 27 de julio de 2014

Los efectos nocivos del alcohol.






ALCOHOLEMIA, NO GRACIAS: Arranca de nuevo este vehículo y vamos a hablar hoy de los efectos nocivos que tiene el alcohol en nuestro organismo. Conocer cómo se comporta el alcohol en nuestro cuerpo lo considero fundamental para que podamos elegir con responsabilidad y poder disfrutar  evitando a su vez  situaciones no deseadas.

De sobra sabemos que el alcohol es la droga legal más extendida en la mayor parte del mundo. Conocida y aceptada por todo el planeta, es también fuente de la mayor cantidad de problemas físicos y síquicos no deseados. No cabe duda que el consumo desmesurado del mismo destruye a la sociedad en general y al hombre en particular, léase accidentes de tráfico, problemas de salud, laborales y, cómo no, familiares.

El consumo de alcohol produce una intoxicación  que se representa en distintas fases: En la primera fase nos encontramos en el umbral de hasta 0.25 mg/l,  (hablaremos de medición en aire expirado), umbral donde comienza la zona de riesgo.  Se caracteriza por una fase de excitación emocional. Al ser el alcohol una sustancia depresora del sistema nervioso central, va a significar que el cerebro comienza a apagar nuestros mecanismos  naturales de defensa ante estímulos, ya sean externos y físicos, como internos o sicológicos.

En esta fase comienza la sensación placentera y de bienestar. Si nos referimos al tráfico, la tolerancia al riesgo disminuye, es decir, se subestima la velocidad y los tiempos de reacción y, la precisión o el tacto, la suavidad y  coordinación, se ven alterados.  En esta fase, el riesgo de sufrir un accidente se duplica.

La zona donde ya apreciamos claramente sus efectos es la zona de alarma. –zona comprendida hasta los 0.40 mg/l -. Aquí, según los nutricionistas, el alcohol provoca una síntesis acelerada de los azúcares del organismo, ello hace que de forma rápida las reservas de glucosa desaparezcan haciendo sentir al consumidor una sensación de agotamiento tanto físico como síquico que a su vez nos eleva a una segunda fase conocida como fase de confusión.  Recordáis la famosa frase de “La noche me confunde…”, pues algo parecido nos va a ocurrir.

En este estado son cinco veces más las posibilidades  de sufrir un accidente, puesto que nuestros  reflejos disminuyen notablemente, las reacciones automáticas del cuerpo se ralentizan o fallan,  se perciben mal los cálculos  distancia-velocidad-tiempo, se falla en la toma de decisiones rápidas y certeras, se tiende a corregir errores de trayectoria, comienza la falsa seguridad y la somnolencia. Es la fase  típica del  si yo voy bien…”

La tercera fase comienza cuando nos adentramos entre los 0.40 y los 0.75 mg/l, ésta es una zona de alto peligro en la conducción. La sobreestimación de nuestras  capacidades nos hace más agresivos y ello nos transmite sensaciones de euforia despreciando las situaciones del riesgo.  Los reflejos se hacen más tardíos o fallidos, el alcohol avanza por nuestro cerebro provocando alteraciones del ánimo, de las emociones, del razonamiento lógico, graves alteraciones de atención y por descontado se necesita mayor tiempo de reacción y comienzan serios problemas de coordinación.

Si en la fase descrita el riesgo se multiplicó por nueve, en esta fase, a la que denominaremos conducción muy peligrosa, vamos a multiplicarla por veinte veces más de sufrir un accidente. 

Entre 0.75 y 1.25 mg/l los  niveles de alcohol son relativamente altos, el cuerpo sufre los efectos de la deshidratación que el  alcohol provoca  (quién lo diría, verdad) ya que el alcohol inhibe una hormona llamada vasopresina que es la encargada de equilibrar los niveles de líquido en nuestro cuerpo. Así, nuestro organismo busca líquido donde haya, y sobre todo en las membranas que rodean al cerebro que al ser desprovistas de agua provocan la sensación de dolor de cabeza y embotamiento.  Ya sabéis, la señora resaca.

Toda esta situación se transforma en dificultades de atención, graves problemas de percepción de estímulos, de coordinación motora y por consiguiente la toma de decisiones se ve gravemente afectada.  Cuando ALCOHOLEMIA, NO GRACIAS realizamos  las pruebas, en este supuesto, los síntomas son evidentes y  ya pasan directamente al etilómetro de precisión por no perder tiempo haciendo la prueba en el etilómetro digital-. 

La última fase, o fase de conducción imposible, se logra cuando se alcanzan tasas de más de 1.25 mg/l. Es un estado de embriagadez profunda, un estado de anestesia, de inconsciencia con estados de coma (más o menos sobre los 2 mg/l) que pueden provocar un paro cardiaco-respiratorio que derive en la muerte. Ya en esta  situación el conducir es prácticamente imposible. Te los encuentras durmiendo en los arcenes, cunetas o con el vehículo ya estrellado.

Quienes ingieren estas tasas tan elevadas de alcohol  su  cerebro empieza a sufrir daños irreversibles en su estructura neuronal, pudiendo darse casos extremos de “delírium trémens”



*Delirio caracterizado por una gran agitación y alucinaciones, que sufren los alcohólicos crónicos. Es parte del síndrome de abstinencia del alcohol; propiamente se trata de la tercera fase, la más aguda, de este síndrome. 

Al parecer, también puede darse como complicación en una intoxicación por benzodiacepinas o barbitúricos. Se complica por el cansancio, la falta de alimentos y la deshidratación, por lo general precedida por el deterioro físico debido a los vómitos y la inquietud. Todo el cuerpo tiembla, incluso se pueden presentar convulsiones, desorientación y alucinaciones. 

El delirium tremens dura de 3 a 10 días, con una tasa de mortalidad de hasta 20 por ciento, si no es tratada a tiempo. Las alucinaciones pueden desarrollarse independientemente de delirium tremens y puede durar días o semanas.


Perdonad por la extensión del artículo pero ALCOHOLEMIA, NO GRACIAS considera imprescindible el conocimiento de este tema para la concienciación del conductor.


*Fuente: 
Lorene Newberry, Laura M. Criddle. Sheehy manual de urgencia de enfermería. 6ª ed. Emergency Nurses Association, 2006.


El artículo: Los efectos nocivos del alcohol fue realizado por  ALCOHOLEMIA, NO GRACIAS. Para su reproducción escríbenos a urunuelaredwine@gmail.com.


No hay comentarios:

Publicar un comentario